domingo, 12 de mayo de 2013

Bicicleta


Foto tomada por opinguino (Iván Louzán)


“Me he dado cuenta de la importancia de las bicicletas. De niños la primera, y de grandes quién sabe cuál será la última. Pero la que se ha hurtado, es más difícil de olvidar; de esto me he percatado recién ahora, que ya no tengo mi bicicleta.”

Ramón. 

jueves, 25 de abril de 2013

El último recuerdo



No sólo le han quitado su bicicleta, le sacaron amor; le sacaron paseos de la mano en cuatro ruedas, y caños helados que en el invierno se entibiaban con cálidas piernas ajenas.
Le sacaron mates, le sacaron plazas y sol en las plazas; le sacaron amigos, proyectos que se hablaban, futuros que se soñaban. Caminos sin colectivos, soledades a oscuras; le sacaron también serenatas de ocasión, caídas a medias y risas salteñas. Le sacaron galope puntual y andar tedioso. Le sacaron borracheras y madrugadas en zig-zag; le sacaron tardes, pero también mañanas.
Salió de la clase, se palpó el bolsillo y sacó la llavecita del candado. Cruzó la calle rascándose la cabeza y no estaba, no la vio. Caminó desconcertado cinco pasos para cada lado pensando que tal vez la había dejado en otro lugar, pero nada. Por descarte, se la habían llevado.
Quizás en algún punto así debía ser y por designio de la divina providencia se hacía justicia con su memoria y su corazón. Esa bicicleta, era una de las pocas cosas que lo unía inconcientemente con lo vivido.
No sólo le han quitado su bicicleta, también le sacaron el último recuerdo que le quedaba de lo que no podía olvidar.


Ramón.



miércoles, 13 de marzo de 2013

Indignación

Me sumo al repudio por lo ocurrido el Martes 12 de Marzo del 2013 en el Centro Cultural San Martín de la Ciudad de Buenos Aires. Me refiero a la represión de la policía metropolitana.
Hay que bregar por el diálogo sin violencia, para no lamentar ni heridos ni muertes. Hay que garantizar el desarrollo de la cultura popular y la existencia de espacios que a ello se encuentran abocados.

Martín Nicolás Di Paola.- 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Eternos despertares


De noche o de día, ese rinconcito mullido que algunos suelen llamar cama, es un mundo; un espacio que abriga y que no deja de ser un escenario infinito para reinventarse incesantemente en la vida de un ser humano:

Despertares risueños, de días soleados,
Despertares remolones de mañanas lluviosas,
Despertares de ávidas lecturas,
Despertares de mates y bizcochos.

Despertares tediosos, de jornadas interminables,
Despertares de recuerdos que apuñalan el alma,
Despertares solitarios y fríos sin compañía,
Despertares monótonos inundados de lo cotidiano.

Despertares de a dos, con sabor a sábado por la noche,
Despertares de sobrinos que invitan con sus vocecitas a la mesa del domingo,
Despertares de manito de pan que se moja en el tuco de las madres,
Despertares alegres con vida propia.

Despertares dolorosos, con tos y fiebre,
Despertares recordando amores que se fueron,
Despertares reminiscentes con imágenes de los muertos queridos,
Despertares empañados, que se salan con alguna lágrima.

Despertares conscientes de un futuro prominente,
Despertares musicales, que proponen un día alegre,
Despertares de amigos, con palabras de lo vivido una noche atrás,
Despertares con caricias de mujeres sonrientes.

Casi un año de despertares, continuos despertares,
Que proponen otros nuevos y venideros.